Comentario
Este limitado espacio de tiempo está definido por la formación del imperio del Tawantinsuyu a cargo de un pueblo que pasará en menos de 200 años de ser una simple formación tribal a constituir un dilatado imperio, que dominó sobre un territorio que ocupó más de 5.000 km de norte a sur. A partir del siglo XIV el estado centralizado inca asimiló desde el Cuzco grandes territorios en sus cuatro direcciones, desde los Pasto por el norte a los Picunche por el sur, y la Amazonía por el este, estando su límite de expansión al oeste definido por el Océano Pacífico.
La expansión del imperio inca no se frena por otras fuerzas políticas, sino que tiene una base fundamentalmente económica; en efecto, por el norte se sitúa el límite de poblados y aldeas dispersas de agricultores simples; la Amazonía es una región inmensa con un bajo promedio de población, y ésta se dedica al cultivo de tala y roza que implica cierto nomadismo, mientras que por el sur la agricultura incipiente alternaba con grupos de recolectores. En definitiva, los límites del imperio inca se asentaron en función de la inexistencia de grupos con una agricultura bien desarrollada y, en consecuencia, con una estructura económica y un sistema productivo ambicionados desde el Cuzco.
Un rasgo importante en esta rápida ascensión, que llevó a los grupos tribales del 1.300 d.C. a una sociedad imperial entre el 1.400 y 1.537, es que el proceso resultó tan vertiginoso que en la sociedad compleja van a permanecer muchos elementos que identifican su paso por la etapa tribal y por una corta época de jefatura; de manera que en la sociedad imperial se van a poder identificar.